durmientes en la berma

que pandemia es esta calle!
todo parece silencioso
cuerpos tendidos con el corazón en la mano
sangre a borbotones, miradas perdidas en el suelo

que silencioso es el lenguaje de sus ojos
dicen nada, como si nada fuese importante
como un reflejo perdido en un accidente
como la aurora en sus bocas al amanecer indolentes.

que silencioso - aunque parezca cacofónico- es este paisaje,
es como una foto en espera, un sol naciente,
un oleaje sin mar, un sueño infinito

aquí se tejen historias inacabadas
cada día aparece un desconocido durmiendo
en la berma de esta calle cadenciosa,
con un ritmo ilimitado, con un destello anti refractante

quiero repetir que es silenciosa esta calle,
nadie reclama la perdida de unos callejeros que duermen
un sueño dolido, un atropello inesperado,
un irse para siempre y quedar como un árbol botado en medio de la calle.

lampa, 25 febrero 2007

tiempo de crisis

Adolescencia temprana incertidumbre,
locura,
paranoia,
Vehemencia.

Eclécticos estados ancestrales.
Repetición de espejos invisibles y trizados.

Naturaleza infranqueable, rotación, traslación.

Estático periodo anclado al tiempo indivisible.

Tiempo de crisis:
lealtad,
sonrisas,
Humor callejero y solitario.

Perdida realidad de sueños inconclusos

Recuerdos constantes en cautiva espera es la distancia.

Los años no son más que un letargo periodo de sucesión de imágenes.

Tiempo de crisis:

Pero el corazón late con más fuerza cuando cavan en el alma.



Renca, 20 de Octubre de 2004

columpio

I

Se columpia como germinando el tiempo.
Un vaivén adelanta el desarrollo
mientras en el vuelo experimenta el éxtasis
la curvatura rotativa,
el movimiento innato,
sobre su cuerpo desnudo, libre de pensamiento.

II

Se columpia y cierra sus ojos
se aferra a cadenas que la atan a pilares
y dispersa el cabello sobre la espalda húmeda
sobre sus senos erectos
sobre su cuerpo liviano y convergente.

III

El columpio es invisible
es mi sombra dilatada en el tiempo.


Larapinta, Lampa
21 febrero 2007

carta de un suicida

No volveré a palpar tus manos sudorosas.
No volverás a mirar mi sonrisa esclava.
No volveré a llorar mis penas y tristezas.
No volverás a ocasionar esos quebrantos.

Abandono el mundo sin prejuicios
Abandono el prejuicio del abandono y me lanzo…
Desde una altura que no imaginas porque te da vértigo
Y me da vértigo pensar que te da vértigo
Pero ya es hora de cumplir el destino
Y alzar el vuelo esperado desde la niñez tardía.

Sé que en el mundo se vive una sola vez.
Sé que la vida es única y personal
No quiero ser una pieza inerte en el acertijo de la vida.

No quiero volver a ver tus pasos invisibles.

No alcanzare a integrar el ego del mundo.

Mis convicciones están latentes:
“El hombre es espejo de otro pequeño espejo”.

Estoy harto de dar explicaciones, de vivir con el tiempo.

Ahí voy, ahí voy, ahí voy.

Cruel aire de los sentidos ¡Atrápame!
No me dejes caer,
Haz que me salgan alas para llegar más suave a mi destino
No me quiero ver destrozado pero la lengua larga me da asco
Y el color morado me aterra al igual que los trenes y las ruedas…

Ahora sí.
¡Ahí voy!
¡Vida al limite de la m!.


Jesús A. Largo Hidalgo
Stgo 07 de julio de 2004